Erosionamos los bordes de las sabanas,
rompimos la veda,
y un amanecer se escribió en tu cuerpo.
Me bordeaste en esos costados ocultos,
Y io subí por esa tarima
para ch´amuña con mis labios,
lo que vuela y derrapa tocarnos.
Respiro ese aire,
que me permite,
ser residente,
Clandestina,
Y en esa sencilla medida,
desvariarte ese grito que te produce,
cuando me convierto en amante.
ia no hay sombras, ni recolectores del socavón,
Pues fogueamos los márgenes de la General Paz.
Un susurro transforma la quietud en sonrisa,
envuelta por debajo,
extendida por arriba,
desplegada por los costados,
marrona, en ese calor,
te emociona aproximarte a mis labios,
pues no es contrabando
calentarnos todo ese rato.
Bien bonito ia te siento,
amapolas del viento,
y ese rayo de tu corazón,
se envuelve con mis pelo grueso.
Toda ilusión muere,
me inviertes en el filtro del rubor,
mis pies te acompañan,
cada vez que un sueño
se convierte en pradera.
Tú, gemías, tú,
esa condena mágica y bonita,
que despierta el beso en la colmena
y mi cuerpo quema amante.
Ay!, en ese delirio de alcanzarte un mate
percibo que quieres esas penitencias.
En ese acto trivial y frecuente,
los dedos danzan una canción ,
no dudo más cariño,
y en ese sudor regional
nos clavamos una oral =)