Pues el alcholcito esta. Casi, ia se nos olvidó o nos quisieron olvidar que tenemos tiempos de juego, para eso pedimos permiso.
La awicha viene de visita unos días en noviembre y lueguito se va. Nos abrazamos, reímos, lloramos y me dice que aún falta mucho. Al otro día ia no más preparar las nuevas voces y herramientas para la cosecha. Ahisito nomás le agredecemos a la pachamama, Nuevamente preparamos todo para el jallupacha con tata inti, phaxi mama, las wakas, los achachilas.
La tía, mientras mira la tierra y su papa, me dice – “lulu no es fiestita o carnavales, es anata. Así como costumbre nomás nos dicen que tenemos pero es por esos colonos. Nos decían brujas, indias, locas. Tienen mucho libertinaje. Viven sin ambición, tranquilos, unos <jairas>, viven del goce. Así nos han metido la cruz y la estaca de esclavos” Pero no se olvida, la memoria te “jala” y se llamará carnaval pero era anata. Bien bonito , nos visitamos, nos comemos y vamos hacia arriba , hablamos con alajgpacha, bien arriba en el cerro o la montaña y ahí nos encontramos las comunidades. Anatañana nos decimos”.
Ese día la tía partió. Los desbordes, empezaron, empezó el ciclo femenino. Pues de noviembre a febrero, estábamos en el ciclo masculino, quietito, seco y preparándose. Empezaba jallupacha, ciclo lunisolar, el diálogo con nuestros dioses. El último jueves entre nosotras pues nos dialogamos, organizamos, si la luna y el sol van bien, al otro día nos coqueamos. Nosostras preparamos la buena llegada del anata mallkuy, hacemos la comida, tocamos la música, cantamos y bailamos. Así me decía ella.
Es prontito, mañana va a ser el día , el martes de ch´allla ahisito nomas nos vamos a ir a “echar” la primera cosecha y nos vamos con lo que ia recogimos a la casita. Seguiremos jugando por los siglos de los siglos por la libertad de nuestra libertad.
*Así es , no son costumbres, es cultura. No era carnaval era anata. En esa mixtura, yace ese silencio y abajito y por encima de ella estamos nosotras.
(narración anatasiñani con la awicha. Yarawis III)
[ La diferencia que existe entre el Carnaval y la Anata Andina, el primero tendría carácter «evangelizador viene de las palabras latinas carnestolendas que significa los días en que se debe comer carne y bebida en abundancia, es el periodo tres días antes de cuaresma» , mientras que la «Anata Andina es un hecho ceremonial de diálogo, ayni, reciprocidad, complementariedad, armonía y equilibrio entre el hombre y la naturaleza (energías) dónde todo es cíclico y comunitario; por eso no es lo mismo que el carnaval folklórico» aseveró Zuna.
Según explica Zuna «Los días de la Anata Andina se fijan tomando en cuenta como señal la puesta del sol, cuando está a la altura de la comunidad de Copacabana (La Paz) el sol pasa por el cenit en el mes de febrero y es la referencia para determinar los días de la anata]
Fuentes:
*Fausto Reinaga
*relatos orales de comadres.