Una vez, solo esa vez,
la montaña eligió ser anfitriona,
y te pinto el corazón.
Era abril,
la hoja se disfrazo,
y el gorrión canto.
Ese día, abril ,
el piano corrió veloz ,
hasta la aguda vivencia del dolor.
Se me atraganto,
en la garganta, la voz,
porque no me dejó tratarla bien,
una vez a diario.
Inventarle(quizás) un júpiter
en el costado de su hombro.
Abril, cambió el cuerpo,
la tierra palpitó
y la fibra se reveló.
El sueño escribió la canción,
y el amor nos fugó.
El último día de abril,
desafiamos a la noche ,
(y eclipsamos)
hasta llegar a las esquinas del mar adentro,
(y claro),
en París amanecía mi amor.
El último día,
fuiste feliz.
Esa vez, se me adelanto el reloj,
y abril me susurró,
me tumbaron los sueños ,
y una ilusión se acobijó.
Este día, este abril,
una estrella cayó en tu nariz
y el sol se escondió,
¿de qué planeta salió, vino y se posó?.
Mi palabra, nació, creció y murió.
Abril y el cuerpo despertó.