Corren, corren y corren

como hormigas incorrectas,

se juntan y la levantan.

Invaden y desbordan,

abrigan el consuelo,

les galopa el duelo eterno.

Sucumbe el miedo,

se clava la sombra,

¿por qué tan pequeña

y tan acechada?,

pregunta, ELLA[1],

 que le falta hasta los dientes.

La” cualquiera” huele a pueblo.

Corren, corren y corren,

como hormigas incorrectas,

se juntan y la levantan.

Se acerca, ella,

con sus trenzas negras,

ni sumisa, ni calladita,

hormiga incorrecta.

Se arropa,

envuelve sus trenzas,

su pollera es su defensa,

un cóndor se posa en su hombro,

le avisa que se aproximan, ellos,

carroñeros hambrientos,

¿por qué tan pequeña

 y tan acechada?,

se pregunta, ELLA,

clava con su sable, el horizonte.

La “india” huele a independencias y praderas.

Corren, corren y corren,

como hormigas incorrectas,

se juntan y se levantan.

Las calles galopan,

 las fábricas se echan a andar,

los ferrocarriles enfilan trenes.

Las zapatillas, envuelven pies descalzos,

 unas bicicletas buscan quien los lleve.

Crecen escuelas que acobijan sonrisas,

las máquinas de coser, motorizan

y el beso encuentra valientes.

Pequeña y erguida,

agita sus manos y canta:

“sintiendo jubilosamente,

que me tiemblan las manos,

al contacto del laurel

que me proclama la victoria.

Aquí esta! hermanas mías!.

Resumida en la letra apretada,

de pocos artículos.

Una historia larga de luchas,

de tropiezos y esperanzas.”[2]

Ocupan hormigas.

Obreras y empleadas.

Jubiladas y enfermeras.

La “cualquiera” transforma el amor en Derechos.

Corren, corren y corren,

como hormigas incorrectas,

se juntan y se levantan.

Los ríos forman el cauce,

“Virreynan”,  ellos,

en estas tierras ancestras,

(esas manos sangrientas),

la teniente-generala,

con su sable les canta:

“La propuesta de dinero

 y otros intereses

sólo debería hacerse

 a los infames

que pelean

por mantener la esclavitud,

 más no a los que defendían

su dulce libertad.”[3]

Ocupan hormigas,

circulan en calles.

ELLAS con sus polleras y awayus,

ama sua, ama llulla, ama quella,[4]

tienen partidas de nacimientos.

Ocupan hormigas.

También son,

obreras y empleadas.

La “india” transforma el amor en Independencia.

Corren, corren y corren,

como hormigas incorrectas,

se juntan y se levantan.

Por los rincones del conurbano,

territorios del interior,

ya no son desposeídos.

Al calor de su lengua afirma:

“Yo no valgo por lo que soy,

ni por lo que tengo,

yo tengo una sola cosa que vale,

la tengo en mi corazón”.[5]

Flamea la grandeza.

La “cualquiera” transforma la sombría perdición,

la “cualquiera” es pueblo y convicción.

Corren, corren y corren,

como hormigas incorrectas,

se juntan y se levantan.

Sacuden las tierras,

( monarcas y racistas).

Rebeliones cosen las mantas.

Sus dedos punzantes claman:

“Le mentiría si no le dijera

que me siento triste

cuando pregunto y no los veo,

por Camargo, Polanco, Guallparrimachi,

Serna, Cumbay, Cueto, Zárate

y todas las mujeres que a caballo,

hacíamos respetar

nuestra conciencia de libertad.

No me anima ninguna revancha

ni resentimiento,

sólo la tristeza de no ver a mi gente

para compartir este momento,

la alegría de conocer a Sucre y Bolívar,

y tener el honor de leer lo que me escribe”.[6]

La “india” transforma advierte ninguno.

La “india” se inscribe en el amor

y transpira la Patria Grande.

Corren, corren y corren,

como hormigas incorrectas,

se juntan y se levantan.

Chuquisaca[7] y Coliqueo[8],

 aparecen en un mismo horizonte.

Las indias, campesinas, y cabecitas,

sienten la independencia y libertad.

 En la sangre y el pueblo,

en la Patria Grande,

en la Patria Grande, está.


[1] Escena recreada de un testimonio sobre diálogos con EVA y el pueblo.

[2] Fragmento del discurso de Eva Duarte por el voto femenino, Ley 13.010, en 1947.

[3] Palabras de Juana Azurduy cuando un coronel español intenta sobornar a Padilla (su esposo).

[4] No seas ladrón, no seas flojo, no seas mentiroso (principios aymara declaradas por la ONU para la gestión pública, 2015).

[5] Discurso de Eva Duarte,

[6] Carta de Juana Azurduy a Manuela Saénz, diciembre de 1825.

[7] Lugar de nacimiento de Juana Azurduy.

[8] Lugar mapuche, donde naciera Eva Duarte (Nacida en pleno campo, en una zona poblada por una comunidad mapuche conocida como la “Tribu de Coliqueo” en homenaje al reconocido cacique, según se sabe la familia convivió en buenas relaciones con los integrantes de la comunidad originaria. Por eso mismo la madre de Eva fue asistida en el parto por la comadre mapuche Juana Rawson de Guayquil. En http://lostoldosdecoliqueo.blogspot.com/p/eva-peron.html)

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